Los flamenquines son una de las recetas más emblemáticas de la gastronomía andaluza, especialmente en la provincia de Córdoba, aunque su popularidad se ha extendido por toda España. Hoy, en Carnicerías Juan Ortiz, os hablamos de esta tradicional elaboración.

Qué son los flamenquines cordobeses

Los flamenquines cordobeses constituyen un sencillo pero delicioso plato. Consiste en un rollo de carne empanada relleno de jamón y, en algunas variantes, queso u otros ingredientes.

El flamenquín tiene su origen en Andalucía, particularmente en Córdoba, donde se considera una especialidad local. Su nombre proviene del término «flamenco», en referencia al color dorado que adquiere el empanado tras freírse, similar al tono de cabello de los soldados flamencos que acompañaron a Carlos V.

Aunque la receta original se centra en el jamón como relleno, con el tiempo han surgido muchas variantes que incluyen queso, espárragos, pimientos o incluso combinaciones más innovadoras.

Generalmente, se utiliza lomo de cerdo para prepararlo, aunque en algunas recetas se emplea pechuga de pollo o filetes de ternera o pavo. Como hemos comentado, el jamón no suele faltar en su relleno, aunque se puede sustituir por verduras o espárragos para conseguir una receta más ligera.

El queso es un elemento opcional que le aporta jugosidad y cremosidad al relleno. Si bien no se ciñe a la receta original, cada vez está más extendido su uso.

Uno de los trucos más importantes para preparar unos buenos flamenquines cordobeses consiste en cortar la carne en lonchas muy finas. Como a veces no es posible, también se puede espalmar para conseguir mejores resultados.

También hay que prestar especial atención al empanado, que puede marcar la diferencia entre un buen flamenquín y un desastre culinario.

Así, una vez formado el rollo de carne, se pasa por huevo batido y pan rallado. Hay quienes emplean panko, para conseguir resultados más crujientes.

Finalmente, queda freírlos en abundante aceite, escurrirlos y ¡a disfrutar!