No todas las carnes son iguales. Algunas presentan más porcentaje de grasa o de agua, siendo más jugosas que otras que son más duras. Sin embargo, es algo que se puede solucionar con los trucos para ablandar la carne en casa que os traemos desde Carnicerías Juan Ortiz.

Instrumentos que ayudan a ablandar la carne en casa

Existen en el mercado diferentes aparatos y utensilios que ayudan a obtener carne más blanda.

Por un lado, está el mazo para carne, que es uno de los más utilizados. Los hay de diferentes materiales, formas y tamaños.

El modelo más habitual consiste en un mazo o martillo con pinchos en los extremos de la cabeza. Golpeando con él la carne, además de aplastarla y aplanarla, rompe las fibras con los pinchos.

Por otro lado, hay otros modelos más sencillos que en lugar de la cabeza de martillo, disponen de una superficie plana con la que aplastar más filete con cada golpe.

También existen varios modelos, algunos parecidos a una paleta. Suelen estar hechos de acero inoxidable y su peso tiende a ser mayor que el del mazo.

Pero tampoco hay que preocuparse si no se dispone de uno de estos en casa. Podemos echar mano de rodillos o incluso de un cazo o sartén pesados.

Ingredientes que ablandan la carne

Otra manera de ablandar la carne es añadiendo diferentes ingredientes líquidos, por ejemplo mediante la maceración.

El zumo de los cítricos se han utilizado desde hace mucho tiempo para ayudar a ablandar la carne. Ejemplos habituales de ello son el zumo de limón o de lima.

También se utilizan cada vez más otras frutas como la piña o la papaya. Éstas dos tienen una enzima que se llama bromelina, que favorece la descomposición de la proteína de la carne.

Por otro lado, un truco que utilizaban nuestras abuelas en la cocina es añadir leche o yogur a la carne un rato antes de su cocinado. El resultado se nota en la terneza de la carne, pero no altera su sabor.

No podemos olvidar los famosos marinados, que además de aportar sabor a la carne, pueden ayudar a ablandarla. El truco está en mezclar elementos cítricos (vinagre o zumo) junto a un aceite que la hidrate y las especias al gusto que la condimenten.

Con todas estas opciones, se puede prescindir de ablandadores que contienen productos químicos nocivos para la salud.

La importancia del cocinado

Por último, la forma de cocinar los alimentos tiene gran repercusión en su dureza final.

Por ejemplo, cocinar demasiado la carne hará que quede dura. Es preferible hacerla menos e ir amoldando el punto de cocción.

También el momento de echar la sal es determinante. Si se añade al principio, puede conllevar que la carne se deshidrate y quede más seca y dura.

En Carnicerías Juan Ortiz aconsejamos a nuestros clientes sobre qué carne adquirir para obtener los mejores resultados en cada elaboración. Las mejores carnes están en nuestra carnicería.