La carne de cerdo es un pilar de la gastronomía de muchos países, y cada cultura tiene sus propias razas y métodos de cría preferidos. En España, el contraste entre el cerdo ibérico y el cerdo blanco es especialmente notorio, con diferencias significativas en términos de crianza, dieta, sabor y textura de la carne. Hoy en el blog de Carnicerías Juan Ortiz explicamos cuáles son las principales diferencias entre cerdo ibérico y cerdo blanco.
Diferencias entre cerdo ibérico y cerdo blanco
El cerdo ibérico, como su nombre indica, es originario de la Península Ibérica. Es decir, puede proceder de explotaciones españolas o portuguesas.
Esta raza se distingue por su tamaño y forma característica, con patas largas y más finas que las del cerdo blanco.
Los cerdos ibéricos se crían en dehesas, vastas extensiones de pastizales y bosques de encinas y alcornoques. Allí se alimentan de bellotas durante la etapa de la montanera. Esta dieta, junto con su nivel de actividad física, tiene un impacto significativo en la calidad de la carne.
Por otro lado, el cerdo blanco es la raza de cerdo más común en todo el mundo. Estos cerdos se crían en una variedad de entornos, a menudo en condiciones más industriales, y su dieta está compuesta principalmente de piensos. Aunque también puede complementarse con hierba y pastos naturales.
Calidad y sabor de la carne
Además de su origen, su crianza también influye en las diferencias entre cerdo ibérico y cerdo blanco.
Así, alimentación y las condiciones de vida del cerdo ibérico dan lugar a una carne que es muy valorada por su sabor y textura. Este tipo de cerdos infiltra la grasa en su musculatura, dando lugar a carne más jugosa y mantecosa. Además, cuenta con matices únicos aportados por la bellota que consume.
Los productos del cerdo ibérico, como el jamón ibérico, son conocidos por su textura suave y mantecosa, y su sabor profundamente sabroso y rico, con un matiz dulce. Por otro lado, la grasa del cerdo ibérico es más saludable para el consumo humano.
El cerdo blanco, por su parte, tiene una carne más magra con una textura firme y un sabor suave y dulce. Es muy versátil en cocina, pero no infiltra tanta grasa como el cerdo ibérico.
Precio de ambos tipos de carne
Finalmente, cabe destacar que el cerdo ibérico tiene un precio mucho más elevado que el cerdo blanco. Esto se debe a la dieta especial y la cría extensiva del cerdo ibérico, que tiene un coste mucho mayor.
Además, la disponibilidad de la carne de cerdo ibérico es más limitada debido a las regulaciones sobre su crianza y alimentación.
En cambio, la carne de cerdo blanco es mucho más accesible y asequible, lo que la convierte en la opción de cerdo más comúnmente consumida en muchas partes del mundo.
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