Muchas veces, nos empeñamos en buscar fuera de España determinados productos o alimentos, cuando en nuestro país contamos con excelentes alternativas. Entre ellas, la magnífica carne española. Buen ejemplo de ello es la carne de ternera gallega, de afamada calidad y sabor. Hoy en Carnicerías Juan Ortiz os hablamos sobre la chuleta de ternera gallega, una auténtica delicatessen nacional.

Características de la chuleta de ternera gallega

La carne de ternera gallega se ha convertido en una de las más apreciadas de nuestro país, conquistando también paladares extranjeros. Se trata de una carne que atesora una gran tradición, lo que se refleja en su excelente calidad.

Uno de sus aspectos más reseñables es su gran terneza, debido a la tierna edad de sacrificio de los terneros. Esto, sumado a la forma de crianza y su alimentación, hacen que el resultado sea jugoso y tierno, con un sabor intenso pero agradable.

Por otro lado, es una carne fácil de masticar y muy nutritiva, ya que aporta proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y minerales tan importantes como el hierro.

Así, la chuleta de ternera gallega se convierte en un bocado suculento para toda la familia. Conserva parte del hueso y ofrece una carne jugosa y sabrosa que contiene menos grasa que otros cortes.

Además, su tamaño es menor que las chuletas de vaca, debido al tamaño de la ternera. Por eso, son perfectas para darse un homenaje de vez en cuando, en una ración de tamaño asequible.

Cómo prepararla

La excelente calidad de la chuleta de ternera gallega, hace que no requiera de grandes elaboraciones. Para cocinarla adecuadamente, prima la regla del «menos es más».

Por lo tanto, lo ideal es prepararla a la plancha o a la parrilla. Gracias a su maravilloso sabor, basta con utilizar sal, o como mucho un poco de pimienta o un aderezo ligero, que no disfrace las sensaciones que esta deliciosa carne nos brinda.

Como siempre, recomendamos sacar la carne de la nevera un ratito antes de su cocinado, para que adquiera temperatura ambiente. De este modo, se cocina de manera más uniforme.

Por otro lado, para evitar disfrazar su increíble sabor, es mejor evitar aceites o grasas de sabores fuertes. En su lugar, podemos cocinarla en su propia grasa, deshaciendo en la sartén un poco de la grasa que bordea la pieza.

Finalmente, el punto de la carne es también importante. Una carne de tan buena calidad es mejor dejarla poco hecha y luego ir dándole poco a poco el punto deseado. Si la cocinamos demasiado, no hay vuelta atrás, y podremos echar a perder esta deliciosa carne. Lo mejor: hacerla vuelta y vuelta e ir probando el punto.

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