La gastronomía española es una de las más afamadas del mundo, ya que aprovecha los maravillosos productos de la dieta mediterránea. Sin embargo, de vez en cuando apetece variar un poco en el recetario, introduciendo suculentas recetas exóticas, como la de kebab de cordero casero que os traemos hoy desde Carnicerías Juan Ortiz.

Cómo preparar kebab de cordero casero

Para preparar esta deliciosa receta de kebab de cordero casero, necesitaréis:

  • 500 g de carne magra de cordero de Carnicerías Juan Ortiz
  • 4 panes de pita
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento rojo
  • 3 dientes de ajo
  • 1 pimiento verde
  • 1 pepino
  • lechuga al gusto
  • queso feta
  • limón
  • romero
  • perejil
  • Ras al Hanout
  • sal
  • aceite de oliva virgen extra

Paso a paso de la receta

La receta de kebab de cordero casero que os traemos hoy es muy sencilla de preparar.

El primer paso es limpiar bien la carne y cortarla en tiras de tamaño similar. A continuación, se adoba con Ras al Hanout, sal, el zumo de medio limón, dos dientes de ajo picados y una ramita de perejil picado. Se mezcla bien y se deja macerar al menos una hora.

Mientras macera, podemos ir preparando el resto de ingredientes. Por un lado, pelando y cortando en juliana la cebolla. Por otro lado, lavando y cortando en tiras o cuadraditos el pimiento, la lechuga y el pepino.

Una vez que la carne haya macerado, la cocinamos en una sartén con aceite de oliva hasta que esté hecha.

Finalmente, solo queda montar los kebab de cordero caseros.

Para ello, primeramente tostaremos las pitas, ya que quedan mucho mejor así. Después, las abriremos con cuidado y reservaremos.

Por otro lado, mezclaremos en una fuente amplia la carne cocinada, junto con las verduras troceadas. Desmenuzaremos queso feta y añadiremos también una pizca de romero.

Ahora, solo queda utilizar dicha mezcla para rellenar las pitas y ¡disfrutar!

Podéis servirlas tal cual o preparar alguna salsa de tomate o de yogur, que le queda muy bien. Hay quienes acompañan el kebab con ensalada, patatas fritas o un taboulé.

¡Que aproveche!